Estoy convencida que al igual que yo, en muchos momentos te has puesto en último lugar, y seguramente, has escuchado o escuchas mucho acerca del amor propio, pero siento que se trata más de un concepto abstracto, que de algo que se pueda materializar fácilmente en el día a día; porque sí amiga, no es un destino, es una práctica diaria. La clave??. En algo tan simple (y complicado) como unos hábitos.
💫 Las afirmaciones positivas ayudan a cambiar esos patrones de pensamientos negativos de nosotras mismas, ya sea porque a menudo interiorizamos esas creencias por comentarios de otras personas, experiencias pasadas o nuestra propia autocritica.
Repite alguna afirmación o varias a lo largo del día, por ejemplo: "tengo el poder de crear la vida que merezco", "mis talentos son únicos y valiosos", "soy valiente y capaz de enfrentarme a cualquier desafío". "atraigo relaciones sanas y amorosas".
💫 Agradece a tu cuerpo por sostenerte durante el día. No importa cómo luzca tu cuerpo, es algo milagroso y bello. Vivimos en una cultura que nos enseña a criticar y a luchar contra nuestro cuerpo, en lugar de apreciarlo. Cuando cambias la perspectiva y dejas de ver el cuerpo como un objeto y lo ves como un socio que trabaja incansablemente para ti, y agradeces la capacidad de poder ver, caminar, oler... te obligas a estar en el momento presente.
💫 Expresa tus limites con palabras. "Puedo hacerlo la próxima semana" , "puedes enviarme algunos horarios que te funcionen para que podamos hablarlo más a fondo??" o "lo siento, tengo otro compromiso y no puedo salir hoy".
💫 Recuerda que no hay escasez: Si alguien más merece amor, no significa que nosotras seamos menos dignas de ese mismo amor.
💫 Examina tu rutina diaria. Hay algún aspecto que te obligue a sufrir y que puedas cambiar??. Puede ser un par de zapatos incómodos, una interacción social innecesaria y estresante, o quedarte atrapada rumiando los errores del pasado. No tienes por qué sufrir de más.
💫 Llama a tus experiencias lo que fueron (y son) sin edulcorarlas, sin minimizarlas y así soltar ese peso emocional.
💫 Aprende a protegerse con el apoyo de un terapeuta, un asesor financiero o incluso un instructor físico. A veces queremos cambiar, pero no estamos lo suficiente motivadas o formadas como para tener una perspectiva externa que nos ayude, y nos ofrezca seguridad.
💫 Determina cómo te sientes y te hacen sentir determinadas personas o situaciones, también conocido como inteligencia emocional. Cuando no te sientes bien después de pasar un tiempo con una persona o en un ambiente, tu cuerpo y tu mente te están mandando una señal clara.
💫 Disfruta del placer personal y aprende cómo tu cuerpo disfruta (o no) del placer sexual.
💫 Permítete sentirte triste, enfadada, abrumada, decepcionada... Estos sentimientos no son fracasos. Son solo eso: sentimientos que te permites sentir. Al reconocerlas y no reprimirlas puedes entender qué es lo que te las provoca y qué necesidades tienes que no están siendo satisfechas.
💫 Lleva un diario de autocompasión. Anota tus logros todos los días (incluso los más pequeños), registra tus momentos de mayor orgullo y escribe lo que más te gusta de ti.
💫 No te sientas presionada a levantar el teléfono o responder el mensaje de texto hasta que puedas hacerlo; no existes a conveniencia de los demás.
💫 Escribe. Sino tienes a una persona de confianza para contarle como te sientes libremente, ábrete y plasma cada sensación, pensamiento, sentimiento... en un cuaderno. Léelo en voz alta y libérate de ese malestar; además, te ayudará a encontrar lo que necesitas ahora mismo.
💫 Evita la autocritica innecesaria porque cuando nos sentimos mal, nos culpamos a nosotras mismas demasiado, en plan: "soy demasiado sensible", "no debería de afectarme tanto esto", "no debería de haber hecho eso", "soy tonta por haber confiado tanto en el", "nunca aprendo", "no soy suficiente bonita"... Esa voz interna que nos juzga nos genera más estrés y ansiedad, hace que dudemos de nosotras, distorsiona la realidad y acaba afectando en cómo nos relacionamos con los demás.
💫 Si tienes hijos, permítete reconocer las cosas que amas de ellos, las que heredaron o aprendieron de ti.
💫 Desarrolla un conjunto de políticas personales que te ayuden a establecer límites, como no responder a todos los correos electrónicos, solo responder llamadas telefónicas durante ciertas horas y solo aceptar invitaciones sociales de personas que te energicen y fortalezcan.
💫 Deja ir el sufrimiento que cargas de generaciones anteriores. Esto es difícil y puede requerir el apoyo de un terapeuta ya que se le conoce como trauma intergeneracional. No siempre tienes que seguir cargando con lo que te han transmitido, ya sea un miedo crónico a cosas que no tienen un peligro real, dificultad para establecer relaciones sanas porque lo has visto en tu casa, o el autosabotaje porque desde pequeña no te han hecho sentir merecedora de amor y respeto.
💫 Practica la autovalidación porque nadie mejor que tú para ser tu mejor aliada. En ese proceso, reconocerás y aceptarás tus emociones, pensamientos y experiencias sin las necesidad de la aprobación de los demás.
💫 El amor propio puede significar autocontrol a la hora de cuidarnos. Practica decirte "no". Un poco de autodisciplina ayuda a mantener el equilibrio.
💫 Perdónate a ti misma. No tienes que cargar con el peso de lo que dijeron, hicieron o pensaron de ti; esa es una carga que solo ellos deben llevar.
💫 Admite tus éxitos abiertamente en voz alta ante los demás de manera humilde y autentica no es la acción de presumir, es reconocer tu propio valor y compartir tus logros ante los otros.
💫 Aprende algo en lo que uses tus manos, como bordar, pintar mándalas, cerámica o crochet, y crea con libertad sin patrón ni guía. Deja que tus manos vayan adonde quieran y busca colores y texturas que te llamen la atención.
💫 Suena demasiado zen practicar la gratitud, pero en mis posts siempre lo menciono. Es un herramienta que te hace reconocer y valorar las cosas de tu vida. Agradecer una mañana soleada, esos memes que te manda tu tía, ese esfuerzo a ti misma por haberte bajado una parada antes para llegar a casa andando, o el agradecer a Dios o al Universo por la salud, relaciones, oportunidades... hace un gran cambio para sentirte más completa y satisfecha contigo misma. Agradecer lo que tienes y lo que eres genera el sentirte bien contigo misma sin la necesidad de la perfección o validación externa.
💫 El autocuidado no se trata solo de hacer una rutina de skincare o darte un baño de burbujas; es el acto tangible y cotidiano de satisfacer tus necesidades. Es dormir lo suficiente, establecer limites, alimentarse bien y darte el permiso de no hacer nada. No es un capricho; es necesario. Porque cuando tu te cuidas, refuerzas el mensaje de " yo me importo".
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