Vale, reconozco que los exfoliantes tanto faciales como corporales son mi perdición; pero no sé si es que ahora el clima es más frío, apetece un buen baño caliente y relajante, cremas nutritivas, chocolate caliente... Que cuidar la piel es un lujo.
Por eso, en mi rutina corporal de otoño/invierno (aunque suele ser así durante prácticamente todo el año), este exfoliante corporal de Clarins se ha convertido en la joya de la corona.