domingo, 14 de julio de 2024

CAMBIOS EN NUESTRA RUTINA DE SKINCARE EN VERANO

rutina de skincare en verano

Durante los meses más calurosos del año es posible que el uso de menos productos en nuestra rutina de skincare y más ligeros, sea lo más conveniente ya que las fluctuaciones de temperatura también pueden provocar cambios en la piel, por ejemplo: para algunas personas el invierno trae piel seca y agrava afecciones como el eczema y la psoriasis, mientras que la humedad del verano puede hacer que la piel luzca muy grasosa.




Cambiar de rutina de cuidado de la piel según la estación es importante si notas que tu piel cambia a lo largo del año. En invierno solemos notar más sequedad y durante el verano oleosidad debido a las altas temperaturas, humedad... además de que podemos notar algún brote de granitos, tirantez, enrojecimiento, más brillos, poros dilatados... Para mantener una piel ideal este verano, estos pasos no pueden faltar:

1. Humectantes más ligeros

Nuestra piel tiende a retener mejor la humedad en primavera y verano, por lo que buscar texturas más ligeras, acuosas, texturas en gel, lociones o sérums suele ser un acierto. 
Los humectantes ligeros están formulados con ingredientes livianos que brindan una hidratación abundante sin sentirse pesados ​​ni grasosos. Están diseñados para absorberse rápidamente y brindar una capa duradera de protección contra el sol y el calor.


2. Cambios en tu fotoprotector solar

Usar uno menos hidratante en presentación oil control, o gel que sea más ligero. 
Si tu piel es grasa, puedes omitir usar una crema hidratante, pero prestar mucha atención a un protector solar rico en antioxidantes, será suficiente.


3. Cambia a un limpiador en gel

En invierno los bálsamos y aceites son una gozada porque nutren y limpian la piel, pero a medida que sube la temperatura, puedes sustituirlos por limpiadores más ligeros con textura en gel. Si tu piel parece volverse más grasa en los meses más cálidos, busca fórmulas que contengan ácido salicílico para ayudar a controlar la producción de grasa.


4. No te olvides de hidratar

La piel no necesita muchísima hidratación cuando no esta tirante y seca, pero es importante reforzar la barrera cutánea con una rutina donde el ácido hialurónico no puede faltar; ya que este ingrediente ayuda a atraer y retener el agua en nuestra piel. 


5. Exfolia suavemente

 El aumento de calor y humedad puede hacer que nuestra piel se sienta más grasosa de lo habitual, y esto también puede provocar un aumento de los poros obstruidos. Exfoliar de manera regular ayudará a eliminar residuos como el sudor, células muertas, residuos del protector solar, maquillaje, cloro o salitre, siempre y cuando no nos pasemos. Para ello busca exfoliantes suaves a base de enzimas, y así no empeoraremos nuestra piel.  


6. No te olvides de agregar antioxidantes

Estos poderosos ingredientes combaten el daño de los radicales libres (como los rayos UV y la contaminación) que provocan arrugas, manchas oscuras, opacidad, arrugas... También funcionan para reparar este daño y mejorar el aspecto del daño solar con el tiempo. 
Por ejemplo, usar un sérum con Vitamina C por la mañana, disminuye el exceso de pigmentación (aclara manchas y tono desigual) al tiempo que favorece el suministro de colágeno, o la Vitamina E que junto con tu hidratante ofrece protección contra las quemaduras. Si buscas proteger contra la radiación UV y prevenir las arrugas, la Vitamina A muy conocida como retinol en tu rutina de noche siempre será un acierto, al igual que la Niacinamida o popularmente conocida como Vitamina B3, reduce el enrojecimiento, y el resveratrol reduce la producción de sebo regenerando la piel...


7. Céntrate en los labios y en los ojos

La delicada piel que rodea los labios y los ojos es propensa a la sequedad y a los daños del sol, así que asegúrate de utilizar un bálsamo labial con protección FPS y una crema para los ojos para mantener estas zonas hidratadas y protegidas de los dañinos rayos UV. 
Si vas a estar al aire libre, asegúrate de volver a aplicar el bálsamo labial cada 2 o 3 horas para garantizar que tus labios permanezcan protegidos.


Y recuerda, que la piel hidratada es más resistente a los daños del sol y a otros problemas que la piel seca. Es fundamental beber mucha agua y no esperar a tener sed. 



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